La comida típica colimense es rica en tradición y posee un estilo muy peculiar. Para muestra basta con probar los sopitos, unos bocadillos oriundos de Villa de Álvarez que son pequeñas tortillas de masa con carne molida y salsa de tomate servidos con col rallada, cebolla picada, rábanos rebanados y queso fresco.
Otra curiosidad es el pozole de cerdo, el cual se sirve seco y donde el maíz se cuece en la misma agua donde se hierve la carne de cerdo con ajo. Se sirve con lechuga, cebolla, rábanos, oréganos y jugo de limón.
El Tatemado |
Para nombres exóticos están el tatemado (carne de cerdo en vinagre de coco, guisada en chile
rojo), la pepena (vísceras guisadas) y la cuachala (maíz machacado con pollo deshebrado).
Ceviche |
Si estás de paseo por Colima durante la temporada de lluvias prueba los chacales, una especie de camarones de rio que se preparan en caldo, a la mantequilla, al mojo de ajo; o los moyos, una variedad de cangrejo que se cocina a la diabla. A diferencia de otros destinos del país, el cebiche colimense se caracteriza por servirse con pescado finamente desmenuzado y mezclado con zanahoria, además de los ingredientes típicos de este platillo. Siéntate en un restaurante y pide un sabroso pescado a la talla cubierto con verdura picada, envuelto en hoja de plátano y asado a las brazas.
Existen diferentes variantes de tamales hechos en Colima, como los llamados pata de mula, hechos con frijoles y envueltos en hoja de maíz, también hay de carne y elote tierno. No puedes dejar pasar la oportunidad de probar la variedad de quesos y lácteos que se producen en la región como el queso ranchero, panela y crema. Si pasa por Villa de Álvarez prueba su pan dulce, los bonetes o un picón de huevo.
Tuba |